Las personas necesitamos una alimentación sana que tenga cantidades adecuadas de:

– Proteínas.
– Lípidos.
– Hidratos de carbono.
– Vitaminas.
– Minerales.

Estos requerimientos van cambiando en las diferentes etapas de la vida.
Todo comienza cuando les enseñamos a los niños a comer en horarios adecuados, sentados en sus sillas sin distractores. Estamos dedicándoles tiempo, esfuerzo y recursos en
prepararles su alimento, pero al crecer esta acción no tiene mayor relevancia, los horarios
se vuelven flexibles, comemos en cualquier parte y haciendo cualquier cosa, por lo que
nuestra alimentación se torna desequilibrada y desordenada.